sábado, 20 de julio de 2013

¿Cambio Climático o Calentamiento Global?

  Las emisiones de dióxido de carbono, originadas principalmente en la combustión de hidrocarburos fósiles, tuvieron un crecimiento de tipo exponencial desde el comienzo del período industrial, y  las mismas debemos sumarles las causadas por la deforestación. Parte del dióxido de carbono emitido está siendo captado por los océanos, la biosfera y los suelos; pero cerca de la mitad se está acumulando en la atmósfera, habiendo originado un incremento de las concentraciones de alrededor del 30% en los últimos 150 años. En el mismo período, la concentración del metano en la atmósfera aumentó un 150% y la del óxido nitroso un 16%.

  Las emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI) poseen un tiempo de vida en la atmósfera que se extiende entre los 15 años (en el caso del metano) y los 120 (en el del óxido nitroso). El tiempo de vida del dióxido de carbono se estima entre 100 y 150 años. Hay otros GEI artificiales (esto es, creados por el Hombre), de afortunadamente muy baja emisión, que tienen tiempos de vida estimados entre 40 años y varios milenios según la especie química de que se trate. El hecho de que el tiempo de vida de dos de los más importantes GEI sea superior a los 100 años implica que en el caso hipotético de que las emisiones antrópicas se redujeran a cero, la atmósfera continuaría con concentraciones superiores a las del período preindustrial por largo tiempo, que disminuirían sólo en uno o dos siglos a sus valores iniciales. A ello se debe agregar que la capacidad calorífica del sistema climático es enorme, particularmente en los océanos, por lo que el equilibrio térmico del sistema climático con las nuevas concentraciones de GEI sería alcanzado sólo unos 50 años después de que éstas se modifiquen.


  La prolongada permanencia de los GEI en la atmósfera hace que las emisiones tengan un efecto acumulativo. Esto, combinado con el retardo con que las temperaturas del sistema climático se acomodan a las nuevas concentraciones de los GEI, hace que los mayores efectos de las emisiones de los GEI se sientan después de varias décadas. En cierta forma, la manifestación de este proceso se parece a la de las enfermedades de desarrollo lento y solapado, que cuando se hacen notorias resultan difíciles de controlar. Esto explica, en parte, por qué no hay consenso para asumir los costos de reducción de las emisiones, en beneficio de las futuras generaciones y de la conservación de las otras especies vivas.

  A esta problemática se le ha dado en llamar impropiamente "Cambio Climático". Cambios climáticos han ocurrido en el pasado y seguramente ocurrirán en el futuro, por diversas causas y no sólo por cambios en la concentración de los GEI. En rigor, se trata de un Calentamiento Global que ciertamente entraña un importante cambio climático, no sólo en la temperatura  sino también en otras variables climáticas importantes para la vida y las actividades productivas como la precipitación, los vientos y la humedad.

Vicente Barrios, El Cambio Climático Global, Buenos Aires: Libros del Zorzal, 2004, pp. 11-12.

lunes, 1 de julio de 2013

Consumo, basura y cambio climático

"El problema de la basura se resuelve con educación"

El doctor Paul Connett, experto en tratamiento de residuos, brindó una conferencia sobre "Basura Cero y Sostenibilidad Ambiental" durante su visita a Buenos Aires. "Necesitaríamos cuatro planetas si todos consumiéramos como el estadounidense promedio", aseguró el doctor Paul Connett, director ejecutivo de la organización American Health Studies, brindó una conferencia de carácter internacional sobre "Basura Cero y Sostenibilidad Ambiental" en la Escuela de Postgrado del ITBA, donde recorrió los principales temas actuales sobre sustentabilidad, incineración, basura cero y consumo.
“Veamos en qué posición nos encontramos en la actualidad frente al cuidado del medioambiente. Necesitaríamos cuatro planetas si todos consumiéramos como el estadounidense promedio y dos planetas si todos consumiéramos como el europeo promedio. En China e India están copiando este patrón… Algo hay que hacer y por algo hay que empezar: la basura", dijo Connett en su introducción.
Asimismo, aseguró: "Una de las principales tareas que tenemos por delante es convertir nuestra sociedad lineal en una circular. Esto significa que debemos tratar de cambiar el proceso de manejo de residuos: extracción (de materia prima virgen), producción (de bienes manufacturados), consumo, materiales de descarte... Esta estrategia contamina el aire, el agua, y genera emanación de dióxido de carbono. Además, los materiales de descarte se entierran en los rellenos sanitarios, que no son sustentables. ¿Qué logramos? Seguir aumentando el calentamiento global".

Luego de hacer hincapié en que los rellenos sanitarios no son la solución al tema de la basura, abordó la opción de la incineración: "Este método, además de no ser sustentable, es muy caro y genera pocos puestos de trabajo. En la ciudad de Brescia, Italia, la construcción de la planta de incineración significó una inversión de 300 millones de euros y se crearon únicamente 80 puestos de trabajo. Países como Alemania, Dinamarca, Estados Unidos o Japón no encuentran una solución para la emanación de cenizas, que son altamente tóxicas, contienen nanopartículas y afectan al sistema respiratorio del hombre. Intentan eliminarlas enterrándolas en rellenos sanitarios, por lo cual no los remplazan. Entonces es evidente que no es la solución al tema de la basura".
Promediando la interesante charla, el estudioso de los desastres ambientales como consecuencia de los desperdicios que generamos explicó que lo que tenemos que entender es que nuestra tarea en el siglo XXI no es encontrar mejores formas de destruir materiales de descarte, sino dejar de producir envases y productos que tengan que ser destruidos, porque el problema de la basura no se resuelve con mejor tecnología, sino con mejor educación, mejor organización, mejor diseño industrial y con buen liderazgo político.
"Existe una estrategia que muchas ciudades en el mundo están aplicando con gran éxito.Todo empieza por el ciudadanoHay que educarlo para que en su casa separe la basura. Luego debe hacerse un calendario de recolección de los desechos. ¿A dónde van entonces los residuos? Acá reside una de las mayores diferencias con el sistema actual: los camiones llevan lo recolectado a plantas de compostaje. En San Francisco, por ejemplo, hace años que cuentan con una en la cual se hace el tratamiento adecuado, separando lo orgánico y produciendo compost para plantaciones, viñedos y productores locales. Desde 1996, en la ciudad se compostó un millón doscientas mil toneladas de residuos orgánicos, lo que equivale al ahorro del dióxido de carbono que emiten todos los autos que cruzan el puente Golden Gate por tres años y medio", contó Connett.
En ese contexto, recomendó: "Las ciudades no sólo deberían contar con plantas de compostaje, sino también con plantas de reciclaje, reutilización, deconstrucción y reparación de productos. Observemos el proceso y evolución de San Francisco. La ciudad tiene ochocientos cincuenta mil habitantes. En el año 2000, llegaron al 50% de residuos recuperados y en 2012 esa cifra aumentó al 80%. Es decir que, si sigue en esa línea, para 2020 estaría muy cerca de lograr basura cero".
Además, destacó  –haciendo referencia al impacto social que esta política de gestión de residuos tiene– que este tipo de plantas de recuperación y reparación cooperan con la disminución de la pobreza, la generación de empleo, la capacitación laboral, la relación con empresas de deconstrucción y con el desarrollo comunitario.
"Ahora bien, para poder comenzar con el cambio deben tomarse ciertas iniciativas que hagan que el ciudadano cambie sus costumbres. Una de ellas es el cobro de las bolsas en los supermercados. En Irlanda, por ejemplo, lograron reducir el número en un 92% en un año. Otra medida interesante que se aplica en algunos países europeos es la colocación de dispensers en cadenas de supermercados de shampoo, detergente, bebidas, para que los clientes rellenen los envases que tenían. También intentar utilizar vasos de vidrio y no de plástico, productos reutilizables, bolsas de materiales que no sean plástico, entre otras. Son pequeñas medidas que hacen una gran diferencia", aseguró Connett.
"A lo largo de la conferencia, el destacado especialista no dejó de remarcar que es un proceso de largo plazo pero que hay que empezar a transitarlo. Además, remarcó con insistencia que las plantas incineradoras no son la solución, ya que contaminan y no generan puestos de trabajo, a diferencia de las plantas de compostaje, reciclado, recuperación y deconstrucción.
"Los rellenos sanitarios deben ser transitorios hasta lograr la conversión de la sociedad lineal a circular, en la cual lo que se utiliza se recupera y vuelve a usarse. Como dije en su momento, aquí la solución no es la tecnología, sino la educación, la organización y el diseño industrial, para hacer este proceso más divertido, para que la gente empiece a prestarle atención. Todos tenemos que hacerlo y juntos, para alcanzar la basura cero. No es imposible, lo vimos en ejemplos contundentes, sólo hay que trabajar para lograrlo", concluyó Connett.
Fuente: InfoBae, 30-6-2013.