Motivada por las necesidades de
los sistemas de pronóstico del tiempo, la observación sistemática de parámetros
climáticos sobre grandes áreas del planeta comenzó hace apenas unos 150 años, y
sólo hay algunos pocos registros que se remontan hasta 250 años atrás.
Para estudiar épocas anteriores a
estas observaciones, los científicos han tenido que recurrir a registros
indirectos, es decir registros de fenómenos y/o acontecimientos que, si bien no
constituyen específicamente registros climatológicos, están lo suficientemente
relacionados con los elementos del clima como para poder sacar conclusiones
útiles de los mismos.
Entre las fuentes más importantes
de pruebas indirectas (datos PROXI), podemos citar:
- diarios, anales, crónicas, etc.
- nivel de los lagos
- anillos de los árboles
- varvas (capas de sedimentos en el fondo de lagos y mares)
- glaciares (avances y retrocesos)
- mediciones de isótopos estables (especialmente de O18) en hielos glaciares y en los anillos de los árboles
- análisis del polen
- faunas de insectos
- microfauna marina
- historia de la vegetación
En las siguientes figuras se representan las variaciones de la temperatura en distintas escalas temporales tomando como base la temperatura del año 1900.
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Variación de la temperatura del aire en superficie en los últimos 1.000 años. Estimada de diversas fuentes para Europa Occidental y el Este de América del Norte |
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Variación de la temperatura del aire en los últimos 18.000 años, estimada de diversas fuentes |
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Variación de la temperatura del aire en la Antártida en los últimos 150.000 años. Inferido de mediciones de la relación hidrógeno/deuterio en un testigo de hielo de la estación antártica Vostok |
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Variación de la temperatura de la superficie en los últimos 800.000 años. Inferida de mediciones de la relación 16O a 18O en fósiles planctónicos depositados en el fondo del mar |
