domingo, 30 de junio de 2013

Ciclo de carbono y cambio climático

Los ciclos biogeoquímicos describen el movimiento y la conversión de materiales por medio de la actividad bioquímica que se producen en la atmósfera, la hidrósfera y la litósfera. Comprenden transformaciones físicas, como la disolución, precipitación y fijación, transformaciones bioquímicas que involucran la presencia de organismos vivos, como la síntesis, biodegradación y reacciones de óxido-reducción, y combinaciones de estos procesos. 
Los ciclos biogeoquímicos están fuertemente interrelacionados y, en algunos casos, no resulta posible separarlos entre sí. Esto se aplica especialmente a los ciclos del carbono, el oxígeno y el hidrógeno, que se reciclan mediante los procesos de fotosíntesis y respiración celular. 


El ciclo del carbono es un ciclo biogeoquímico que se desarrolla a escala global; las moléculas de CO2 que utiliza un organismo fotosintetizador para construir su materia orgánica pueden haber sido liberadas a la atmósfera en un sitio muy distante.
El reservorio de carbono atmosférico se recicla activamente. Las especies químicas de carbono presentes en el agua (CO2, H2CO3, HCO3-, CO32-) se encuentran en equilibrio con el CO2 presente en la atmósfera. 
La biomasa viva presente en los ambientes terrestres y acuáticos, y la materia orgánica muerta, no fósil, como el humus del suelo y los sedimentos orgánicos de los cuerpos de agua naturales, pueden ser considerados como reservorios de rápido reciclado y renovación. El carbono existente en los reservorios de combustibles fósiles, como petróleo, gas y carbón, presentan una muy baja tasa de renovación.
Las rocas y la piedra caliza pueden disolverse muy lentamente por acción de los fenómenos climáticos y por actividad biológica.
En la actualidad, el reciclado global del carbono es afectado sensiblemente por la actividad humana. Así, la emisión de COy CHa la atmósfera, como resultado de la actividad industrial, la utilización de combustibles fósiles y el incremento de la producción de residuos sólidos, ha elevado sensiblemente sus concentraciones y, en consecuencia, el equilibrio atmósfera-agua puede resultar modificado. 
Del mismo modo, el incremento del COatmosférico está asociado a una disminución de la radiación infrarroja desde la tierra hacia el espacio, determinando un incremento de las temperaturas medias en el planeta. Este fenómeno es conocido como "efecto invernadero"

Adaptado de Tortorelli, María del Carmen, Ríos de vida, Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación / Instituto Nacional de Educación Tecnológica, 2009, pp.57-60.

sábado, 29 de junio de 2013

Efecto invernadero

Los gases que componen mayoritariamente la atmósfera terrestre, a saber el oxígeno (21% en volumen) y el nitrógeno (78% en volumen), tienen muy poco efecto sobre el clima de nuestro planeta. Si ellos fuesen los únicos componentes gaseosos de nuestra atmósfera, la Tierra sería un lugar inhóspito, con una temperatura media global en superficie del orden de -18 ºC, con lo cual, no podría existir, entre otras cosas, el agua líquida. 
Afortunadamente, algunos gases minoritarios de la atmósfera, tales como el dióxido de carbono, el óxido nitroso, el ozono de capas bajas, el metano, así como también el vapor de agua, cambian completamente esta situación. Ellos tienen una importante propiedad en común: permiten la penetración de la energía solar hacia la superficie terrestre, pero "atrapan" selectivamente el flujo ascendente de radiación infrarroja emitida por la Tierra. Parte de la energía capturada es re-irradiada nuevamente hacia la superficie terrestre, generando así una fuente adicional de energía que eleva la temperatura media superficial del planeta a +15 ºC, esto es 33 ºC más que la que tendría si ellos no existiesen en la atmósfera. A este efecto se lo denomina “efecto invernadero” y, lejos de ser un problema, es indispensable para la vida. 
Fuente: Servicio Meteorológico Nacional, 15 de febrero de 2005.

miércoles, 5 de junio de 2013

Día Mundial del Medio Ambiente

El Día Mundial del Medio Ambiente se estableció en conmemoración de la realización de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, entre el 5 y el 16 de junio de 1972, en Estocolmo, Suecia. Fue la primera reunión a nivel internacional donde se discutieron los temas relativos al ambiente, y como resultado surgió la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano.
Entre sus primeros artículos estableció que la protección y mejoramiento del medio humano es una cuestión fundamental que afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del mundo entero, un deseo urgente de los pueblos de todo el mundo y un deber de todos los gobiernos.
También estableció una serie de principios, el primero de los cuales establece que el hombre tiene derecho fundamental a la libertad, la igualdad y el disfrute de condiciones de vida adecuadas en un medio de calidad tal que le permita llevar una vida digna y gozar de bienestar, y tiene la solemne obligación de proteger y mejorar el medio para las generaciones presentes y futuras.



A partir de esta reunión se han realizado otras a nivel mundial, donde se han discutido temas urgentes, como es el caso del cambio climático. Si bien hoy estas problemáticas están en discusión constante, la cuestión ambiental, como recorte temático específico a ser problematizado y estudiado de forma sistemática, posee un desarrollo relativamente reciente. El contexto en que surgieron, en la segunda mitad de la década de 1960, está relacionado con el cuestionamiento hacia el paradigma de progreso y crecimiento económico ilimitados, así como al sistema político que lo sustentaba. En pleno auge de los reclamos pacifistas por la Guerra de Vietnam, el movimiento hippie y contracultural, la lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos y las rebeliones obrero/estudiantiles en Europa y América Latina iniciadas en el Mayo Francés, los problemas ambientales comenzaron a formar parte de la agenda de los intelectuales y de la sociedad en general. Aunque, si bien éstos concernían y afectaban a todo el planeta, el movimiento ambientalista se afianzó primero en los países desarrollados, para luego abarcar a aquellos identificados, en ese paradigma, con el subdesarrollo, situación que explicaría su situación ambiental más crítica.